Siguiendo la perspectiva de Shannon & Weaver, Gerbner contextualizó la transmisión del mensaje con la circunstancia en el que este se encuentra, además de añadir al proceso comunicativo dos nuevas alternativas: la perceptual y la comunicativa.
Para la comunicación dentro en el tránsito el hecho que impulsa al mensaje puede ser desde la descontrolada forma de un combista al volante hasta del hombre rico criollo que cree que por su estatus es intocable. Dentro del ajetreo al manejar la percepción de todo conductor limeño se encuentra a su máxima capacidad, debido a la jungla de tránsito a la que se enfrenta. Dentro de esta lucha la percepción de los individuos motiva una comunicación directa, abierta y sin restricciones, que por lo general conlleva un maquillaje insultante para hacer más clara la demanda. Este perspectiva, a pesar de ser un modelo masivo, resulta aplicable dentro del tráfico, pues es de manera masiva que la gente se comunica de esta forma ante el caótico tránsito.
El canal para la transmisión de determinados gritos e insultos es directo: de boca a boca, debido a que es el medio más rápido para hacer llegar nuestras caóticas demandas por un espacio para manejar y evitar que otros se interpongan en nuestro camino.
El contenido de los mensajes, gritos en el tránsito, consiste en agresiones constantes por parte de toda clase de conductores que su único objetivo es el de alcanzar su destino. Sin embargo lograr llegar a él se ve transgredido por el maremoto de automóviles, taxis, colectivos, micros, cousters, buses y todos aquellos malandros que la gente por convención les llama transporte público.
La recepción de los mensajes se reproducen de la misma forma en la que llegan. Las maneras estridentes de contestar a la adversidad de otros que manejan mal, por que son la mayoría, crea un ambiente hostil en nuestras calles. Esta circunstancia representa un día a día, no solo en nuestro país, sino en muchos de los países en vías de desarrollos, como es el caso de todo America Latina.
EL OTRO GENERALIZADO.
Self: Cómo negociamos sentidos con nosotros mismos / Cómo significa uno para sí mismo.
Vivimos estereotipando a las personas por los personajes que los medios han construido.
Hoy en día los medios nos bombardean con noticias morbosas puesto que los medios tienen bien claro que eso es lo que más vende. ¿Quién no ha prendido alguna vez su televisión para ver el noticiero y se ha visto rodeado por noticias de violaciones o de muertes verdaderamente sangrientas? Ocurre lo mismo con los diarios, las noticias que más imprimen son aquellas relacionadas a asesinatos o muertes. Los accidentes de tránsito parecen ser los principales protagonistas de aquellas historias.Como consecuencia, los conductores (y la sociedad en general) tiene una imagen sumamente negativa del otro conductor (o de los conductores en general). Si es taxista entonces es un desconsiderado que sube y baja pasajeros sin consideración, y ni qué decir del chofer de combi.
Por otro lado, tendemos a idealizarnos al volante, y si es que hay algún accidente no suele ser nuestra culpa. Estamos bajo la ilusión de que nosotros manejamos -o en general que estamos- bien y en nuestra mejor capacidad, ya sea al volante como en otras situaciones.
Adicionalmente, la conexión interdependiente de los medios -o 'ecología' de medios para Marshall McLuhan - hace que reafirmemos estas imágenes que tenemos del otro y de nosotros mismos, ya que estamos consumiendo constatemente la información brindada por los medios, dado que nos informamos para sentirnos parte de la sociedad.
